El pasado 26 de febrero fue el centenario del Parque Nacional del Gran Cañón. El Río Colorado sólo tardó un siglo en crear los maravillosos cañones y abismos de esta región. Patrimonio de la humanidad por la UNESCO, el Gran Cañón recibe aproximadamente a seis millones de visitantes nacionales e internacionales cada año.
Numerosos vestigios arqueológicos han demostrado que los olmecas no estuvieron confinados a los litorales del Golfo de México, como antes se creía, sino que llegaron a lugares mucho más distantes en el centro del actual territorio nacional. Estos contactos constituyen los primeros intercambios comerciales de la época prehispánica. Más tarde, dos culturas establecidas los teotihuacanos y los mayas llevan a la práctica relaciones formales de comercio.
Con el creciente poderío militar y político de los aztecas se inicia y desarrolla lo que se podría llamar el comercio exterior mexica. Los mercaderes traían a su capital desde remotas tierras valiosos productos como el jade, el algodón, el cacao y los metales preciosos. El oficio de los comerciantes iba a lograr un insospechado desarrollo.
La plaza principal de México, que casi corresponde a la actual, se trazó en la época de Moctezuma Ilhuicamina y en ella se estableció el mercado de la ciudad. Conforme fue creciendo la urbe, ese mercado resultó insuficiente, pues su único acceso acuático para introducir mercancías a la isla era un canal, pues la plaza no era ribereña. Cuando los aztecas dominaron Tlatelolco, construyeron allí el mercado principal, ya que contaba con facilidades de comunicación a través de La Lagunilla, especie de caleta o pequeña bahía en la cual cabían varios miles de canoas.
También había mercados especializados en ciertos productos, como el de sal en el barrio de Atenantitlan, el de perros para comer en Acolman y los de esclavos en Azcapotzalco y en Iztocan.
Hoy en día, en pleno siglo XXI, casi todos los mercados tienen un altar con una imagen de la Virgen o de Cristo; esa religiosidad tiene viejas raíces que rebasan la tradición católica, pues también los prehispánicos ponían altares allí para honrar a sus dioses.
Al llegar los españoles quedaron fascinados ante la visión que ofrecían los mercados nativos, que eran al aire libre, o sea tianguis. En el siglo XVI hubo pocos cambios en los mercados. Los comerciantes indígenas traían y llevaban mercancías dentro del extenso territorio de lo que fue el imperio azteca. Continuaron vendiéndose productos autóctonos, a los que se adicionaron algunos provenientes de España, sobre todo manufacturas. Las semillas de cacao siguieron fungiendo como moneda, a la par que las metálicas que se empezaron a acuñar; el cacao conservó su valor monetario hasta principios del siglo XIX.
A partir de 1580, con el pósito y la alhóndiga, la intervención del gobierno en la comercialización de granos básicos es abierta. Por su parte, el clero empezó a cobrar importancia como productor de alimentos y en los dos siglos siguientes llegó a ser muy poderoso. La preponderancia comercial de los españoles civiles y religiosos no eliminó a los indígenas.
En 1703 se inaugura El Parián, mercado ubicado dentro del Zócalo capitalino. 1778 marca el inicio de la apertura comercial española: se termina con el sistema de flotas exclusivo entre Cádiz y Veracruz, abriéndose el comercio para otras doce ciudades hispanas. No obstante, el uso de otros puertos mexicanos además de Veracruz se dio hasta 1820.
Al finalizar el periodo virreinal, la actividad comercial capitalina tenía como centro la Plaza Mayor y contaba con El Parián, los portales de Mercaderes, las Flores y la Diputación, además del mercado de El Volador, donde hoy está la Suprema Corte de Justicia.
En el siglo XIX continuaba la cacería de aves acuáticas en los lagos del valle, calculándose que los capitalinos consumían cerca de un millón de patos anuales. El mercado de Tlatelolco ya había cedido su preeminencia al de San Juan. Durante el siglo XIX hubo un creciente deterioro en materia de abasto de alimentos, derivado de las convulsiones políticas. El porfiriato, aunque fue una era dictatorial, trajo consigo mejores condiciones para el comercio. Es cuando empiezan a surgir los tendajones o estanquillos.
En 1850 se inaugura el nuevo mercado de San Juan o Iturbide. En 1863 se edificó el mercado de La Merced, junto a la acequia mayor. El puente de Roldán era el muelle del canal de la Viga donde desembarcaban las mercancías provenientes de Xochimilco, Chalco y Texcoco. En 1893 abre el mercado de la Lagunilla. Aunque la desecación de los lagos del valle de México estaba muy avanzada a mediados del siglo XIX, todavía se les aprovechaba para la transportación acuática de mercancías hacia la ciudad.
La Revolución Mexicana trajo consigo gravísimos problemas, uno de los cuales fue la brusca disminución en la producción agropecuaria, tanto por la falta de mano de obra, como por el abandono de las haciendas por parte de sus propietarios. También afectó al comercio, pues la dificultad en las comunicaciones impedía el flujo normal de las mercancías. Durante la primera mitad del siglo XX no se construyeron más mercados sino que empezaron a proliferar en las nuevas colonias y fraccionamientos los estanquillos o misceláneas y las verdulerías. En los años cincuenta el gobierno empezó a sustituir numerosos mercados, que eran barracas de madera y lámina, por edificaciones modernas. López Mateos construyó 88 mercados en la ciudad de México.
El mercado de La Merced empezó su gran auge como centro introductor y distribuidor mayorista desde la época colonial, pues allí estaban los embarcaderos a donde llegaban las mercancías por la vía fluvial, pero su excesivo crecimiento en el siglo XX provocó grandes problemas de salubridad, seguridad y congestionamiento de vehículos. A esto se debió que en 1982 el mercado mayorista se trasladara a la nueva Central de Abastos de Iztapalapa. La situación actual del comercio al menudeo en las ciudades mexicanas ofrece un contraste muy marcado: por un lado está el pequeño comercio ineficientes misceláneas y expendios de abarrotes que venden a precios muy elevados- y por el otro están las modernas cadenas de autoservicio surgidas en la segunda mitad del siglo XX.
Los mercados sobre ruedas se iniciaron en 1969 como una solución para combatir el intermediarismo. No se puede decir que este intento haya sido del todo afortunado, pues con frecuencia no son productores agrícolas quienes expenden allí sus mercancías. En todo caso -y para nuestra fortuna- aun subsisten los tradicionales mercados mexicanos. Los tianguis de provincia no difieren mucho hoy en día de los que había en la época prehispánica.
Siguen siendo notables algunos mercados capitalinos: para frutas y verduras, carnes y mariscos, el de San Juan, uno de los más finos y bien surtidos del mundo; el mercado que continúa en La Merced para menudeo; el de Xochimilco y el de Jamaica son famosos por la cantidad y variedad de sus productos; el de la nueva Viga que se especializa en pescados y mariscos, el Sonora, donde se consiguen animales vivos y toda clase de hierbas medicinales; el de La Lagunilla con gran surtido de muebles, y el de Tepito, de antigüedades.
Información: Historia de los Mercados en México en Sistema de Información Cultural, SIC México, 2009.
Nació en la ciudad de Oaxaca el 27 de febrero de 1882. Después de vivir pocos años en su ciudad natal, residió en Piedras Negras, Coahuila; y tras viajar por otros lugares de la República, estudió en el Instituto Campechano. En la ciudad de México ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria y luego cursó la carrera de Leyes. En 1907 se graduó con una tesis sobre teoría Dinámica del Derecho, que publicaría la “Revista Positiva”. De 1905 a 1908, Vasconcelos destaca como abogado, primero al servicio gubernamental y luego para la firma Warner, Johnson & Galston. Participa como Secretario de Instrucción pública y Bellas Artes durante el breve lapso de 1914 a 1915. Vasconcelos se exilia y hace una brillante gira como conferencista en universidades norteamericanas, durante el mismo lapso, dictó en la Universidad de San Marcos en Lima, una célebre conferencia bajo el rubro de “El movimiento intelectual contemporáneo de México”.
Vasconcelos contribuyó a la fundación de “Savia Moderna”, revista de
breve duración que derivó en la Sociedad de Conferencias que a partir
del 26 de octubre de 1909, constituyó el “Ateneo de la Juventud”, grupo
inicial de la cultura moderna mexicana. Como Secretario de Educación
Pública creó las misiones culturales e hizo de la educación rural una
verdadera cruzada de conquista que alcanzó los más apartados rincones
del país; se editaron los clásicos y se adaptaron a nivel infantil, creó
la Secretaria de Educación Pública y dio entrada al muralismo en los
edificios públicos; estableció biblioteca y envió otras, incluso a los
pueblos de la serranía, revivió los sistemas educativos y organizadores
de Pedro de Gante y Vasco de Quiroga; inició la alfabetización: apoyó la
creatividad poética, la conciencia hispanoamericana y captó la ayuda de
los notables intelectuales como Pedro Henríquez Ureña y Gabriela
Mistral. José Vasconcelos renunció a la Secretaría de Educación Pública
en 1924. Fracasó en su intento electoral por el gobierno de Oaxaca y se
exilió voluntariamente por Europa y Estados Unidos. A su regreso
emprendió la lucha como candidato a la Presidencia de la República en
que se ve entusiastamente apoyado por la juventud universitaria. Viene
un nuevo destierro: Europa y América del Sur, que concluiría en 1940.
En 1943 pertenece al grupo de miembros fundadores del Colegio Nacional y regresó como catedrático a las aulas universitarias, actividad que realiza hasta el 30 de junio de 1959 en que acontece su muerte. Entre los libros que conforman su autobiografía: Ulises criollo 1936, La tormenta 1936, El desastre 1938, El preconsulado 1939; El postrer volumen de su obra autobiográfica, titulado La flama, apareció póstumamente (1959).
Información: Mtro. Efraín Becerra Juárez, Historia: José Vasconcelos Calderón (1882 – 1959). Biblioteca. ENP Plantel 5 ‘José Vasconcelos’. Hecho en México, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 2014. (Disponible en: http://biblio.unam.mx/enp5/index.php/la-biblioteca/7-historia-de-la-biblioteca)
Los tuareg son bereberes, como también los son los grupos de Rif, Shawia, Haratin, Sluh y Beraber. Sus orígenes se encuentran en los antiguos habitantes de África del Norte. Los tuareg, cuyo nombre proviene de la palabra árabe tawarek (los olvidados de Dios), hablan tamashek y poseen su propia escritura, el tifinag, relacionado con el fenicio y el nubio. En la antigüedad, controlaban las rutas transaharianas de caravanas que transportaban sal, oro y piedras preciosas a cambio de especias y de esclavos.
Los tuareg son matrilineales, el matrimonio es monógamo y las mujeres gozan de una relativa libertad. En la década de 1970 muchos murieron de hambre durante las sequías, y otros emigraron a las ciudades. Hoy en día, los 500.000 tuareg que todavía existen se dividen en una amplia extensión de desierto entre los países de Argelia, Libia, Mali y Níger. Siguen en cierta manera una vida nómada, buscando pastos para los rebaños de dromedarios, ovejas y cabras. A partir de las invasiones árabes de los siglos VII y VIII, los tuareg fueron adoptando (no sin conflicto) tanto la lengua como la religión de los invasores.
La marginalización cultural y económica les ha llevado a emprender una lucha política y armada desde los años 1960 y 1990, particularmente en Malí y Níger. En enero de 2012 los tuareg de Malí iniciaron una nueva rebelión y en abril proclamaron la independencia del Estado de Azawad, en el norte Mali (que incluye las ciudades de Timbuctú, Kidal y Gao, declarada la capital), que hasta ahora no ha sido reconocido por ningún país ni organismo internacional, y que está sufriendo un proceso de islamización de la mano de grupos radicales.
Pese a que son musulmanes, sus tradiciones distan radicalmente de esta religión:
• Los hombres son quienes cubren sus rostros, no ellas porque “las mujeres son hermosas y nos gusta ver sus caras”
• Las jóvenes tienen la misma libertad de los jóvenes en el ámbito sexual, así que pueden tener las parejas sexuales que deseen. • El amante tiene permitido pasar la noche en la tienda de campaña de la joven, en donde también vive su familia. Ésta se hace “de la vista gorda” y la única condición es que el muchacho se vaya antes del amanecer.
• Una vez casadas, las mujeres tuareg pueden tener cuantas parejas sexuales deseen. • Las mujeres son las dueñas de los alimentos y los animales, no los esposos.
• En caso de divorcio, son ellas quienes se quedan con sus hijos, animales y demás posesiones. Ellos regresan con su familia. • Una vez separadas, las mujeres tuareg realizan una fiesta para compartir que están disponibles de nuevo.
• Los hombres recurren a la poesía para conquistar a las mujeres aunque ellas también lo hacen para elogiarlos.
Información: ¿Quiénes son los Tuareg y por qué objetivos luchan? en United Explanations y La Tribu que va en contra de todo lo que creíamos del Islam en Actitud Fem.
Apenas a 11 kilómetros de la ciudad de Nouadhibou, la segunda más importante de Mauritania, yace un verdadero cementerio de barcos.
Más de 300 embarcaciones abandonadas en una playa que de otra manera sería paradisíaca, no hacen más que constatar la desidia y la pobreza de ese país del noroeste africano, donde el 40 por ciento de la población está por debajo de la línea de pobreza.
Se trata de la Bahía de Nouadhibou, un lugar a la vez fascinante y decadente.
El fenómeno de los barcos abandonados comenzó en los años 80′. En esa década, el Gobierno mauritano restringió en su costa unos 300 kilómetros de Zona Económica Exclusiva (que permiten la explotación exclusiva al país ribereño) y estableció una nueva política pesquera.
Entre los objetivos de esa iniciativa estaban la creación de una flota pesquera nacional y el establecimiento de una industria de procesamiento de pescado en Nouadhibou, controlado por el Estado.
A medida de que la industria pesquera se hacía más importante, muchos de los barcos que no servían más o dejaban de estar en funcionamiento eran abandonados en la Bahía de Nouadhibou, ubicada apenas a kilómetros de la ciudad que sirve como centro de intercambio comercial en el pequeño país africano.
Pero la corrupción y la pobreza terminaron de agravar la situación. Según relatan incansablemente los locales, las empresas internacionales sobornaban a los oficiales del puerto para que los dejaran abandonar sus embarcaciones allí a cambio de dinero. Durante décadas, muchas de las embarcaciones que no servían más terminaban en Nouadhibou.
Los barcos -o los esqueletos que aún permanecen- constituyen una amenaza ambiental por la contaminación que emana de los residuos químicos y oleosos.
En diciembre de 2010, la Unión Europea otorgó a la multinacional Mammoet, especialista en transporte, 28,8 millones de euros para la limpieza de 70 embarcaciones. El proceso, según aseguraron, duraría 22 meses.
Información: El Cementerio de barcos más grande del mundo: La Bahía de Nouadhibou en Todo Noticias, 2011.
Asociado con la calidez y el romance, el color rosa es considerado por algunos como el tono del amor. Nunca sabremos si estas criaturas están de acuerdo.
Wassily Kandinsky murió a los 78 años (nació en Moscú) y tenía una carrera realmente extraordinaria, de esas que rompen con la serie, con lo habitual; de esas obras que hacen trastabillar el camino del arte para volverse sobre sí mismo y replantearse todo.
Se le considera el padre de la abstracción lírica. No sólo pintaba, también reflexionaba sobre su práctica: escribía y daba clases. Era, lo que se dice, un maestro. En 1912 publicó De lo Espiritual en el Arte, criticando fuertemente a las instituciones académicas tradicionalistas y las convenciones que regían la materia. Kandinsky creía que detrás de las apariencias había una verdad, entonces apeló al lenguaje de color, así que dio las pautas sobre las propiedades emocionales de cada tono.
Muchas de sus obras se perdieron, luego de que los nazis las declararan dentro de lo que consideraban el arte degenerado. Sin embargo, la gran cantidad de cuadros que pintó conforma una muestra de cómo, cuando realmente se piensa y se estudia el arte, se puede generar un coletazo en la historia.
Información: 10 grandes obras de Kandinsky, el maestro del arte abstracto en Infobae, 2017.
Parece que las islas Galápagos se están volviendo cada vez más populares. Los viajeros que visitan esta cadena de islas, lo hacen para ver criaturas endémicas como las tortugas gigantes y los piqueros de patas azules. En un archipiélago con una población residente de aproximadamente 30,000 habitantes, la visita anual de turistas ha superado las 241,000 personas. Cada semana llegan 20 aviones con 200 turistas. El turismo es una buena idea, si se maneja bien. Beneficia a las comunidades locales. De hecho, un número cada vez mayor de pescadores ahora operan barcos turísticos, quitando presión a la pesca. Sin embargo, cuanto más personas haya en las islas existe una mayor presión sobre la infraestructura existente, la invasión de hábitats animales y un mayor riesgo de introducción de especies de plantas y animales invasoras. Este es el desafío para la comunidad y la vida silvestre: un balance entre el turismo y la conservación del hábitat único de las islas Galápagos y los habitantes animales.
Nació el 4 de febrero de 1402, fue hijo de Ixtlixóchitl, señor de Texcoco, y de Matlalcihuatzin, princesa Mexica. En 1418 huyó de Texcoco con su padre, quien después fue asesinado. Nezahualcóyotl se esconde para no morir a manos de Tezozómoc, gobernante de Azcapotzalco. Logró salvar su vida, pero fue tomado prisionero por el señor de Chalco, de quien consigue liberarse.
Para 1420 logró el perdón de Tezozómoc, quien le permite regresar a Texcoco, donde prepara la venganza por la muerte de su padre. En 1427, logró reunir las fuerzas aliadas para luchar contra Azcapotzalco y en 1431 se constituyó la Triple Alianza entre Texcoco, México-Tenochtitlán y Tlacopan. Ese mismo año, fue nombrado señor de Texcoco.
Por sus bellos escritos se le conoce como el Rey Poeta, de los cuales
se conservan alrededor de treinta obras, relativas a la muerte, al
enigma del hombre y de su creador, a la flor y al canto.
Su mandato se distinguió por su prudencia y justicia. Promulgó una serie de leyes civiles y penales; fundó varios colegios para el estudio de la astronomía, la lengua, la medicina, la pintura y la historia. Reconstruyó la ciudad, dividiéndola en barrios que poseían su propia industria con lo que logró mejorar la economía de sus habitantes. Sus ideas y gobierno fueron de un notable humanismo.
De particular relevancia fueron sus contribuciones a la Ciudad de México-Tenochtitlán donde dispuso la construcción del acueducto que abastecía de agua a la ciudad desde Chapultepec, donde además ordenó sembrar ahuehuetes para formar el bosque; otra de sus contribuciones fue la “Albarrada de los Indios” que impedía la inundación de la ciudad y que se mezclaran aguas dulces y saladas.
LO COMPRENDE MI CORAZÓN
Por fin lo comprende mi corazón: Escucho un canto, Contemplo una flor: ¡Ojalá no se marchiten!
Información: Nezahualcóyotl, biografía, Banco de México.